Para la industria salitrera de la árida provincia de Tarapacá, el transporte ferroviario era una necesidad muy cara, costando en una época hasta cien veces el precio por ton-km del transporte marítimo que llevaba el salitre a Europa. Los primeros ferrocarriles para el transporte del salitre nacieron de concesiones del gobierno peruano pero, antes del fin formal de la Guerra del Pacífico, la empresa dueña de las líneas se reconstituyó, en Londres, asumiendo el nombre Nitrate Railways Co. Ltd., conocida en Chile como simplemente el Ferrocarril Salitrero, con mayúsculas.